Tener una piel sana es el sueño de muchas personas pero también es una necesidad. La piel tiene una serie de funciones vitales para el organismo, nos protege de las agresiones
medioambientales, de los microorganismos, de las infecciones y regula la temperatura corporal. Es la barrera que protege el cuerpo del exterior. A este perfecto estado de la piel se le denomina piel eudérmica.
Para poder tener una piel sana y bonita, lo primero que hay que hacer es un diagnóstico para saber como hemos de tratarla. Para ello es imprescindible ponerse en manos de los profesionales de la estética o dermatólogos para que nos aconsejen. No es lo mismo una piel seca que una piel mixta o una piel madura, y por consiguiente, cada piel requiere unos cuidados, unos cosméticos y unos tratamientos específicos.
Para poder tener una piel sana y bonita, lo primero que hay que hacer es un diagnóstico para saber como hemos de tratarla. Para ello es imprescindible ponerse en manos de los profesionales de la estética o dermatólogos para que nos aconsejen. No es lo mismo una piel seca que una piel mixta o una piel madura, y por consiguiente, cada piel requiere unos cuidados, unos cosméticos y unos tratamientos específicos.
Al
igual que nosotros comemos varias veces al día, la piel necesita
cuidados diarios, limpiarla, hidratarla, nutrirla o regenerarla. Hablemos un poco de lo que es la piel y porque
necesita esos cuidados.
La
piel esta compuesta por tres capas llamadas epidermis, dermis e
hipodermis. La capa más superficial es la epidermis, la que nosotros
podemos tocar y donde aplicamos los cuidados y cosméticos necesarios. La
piel se regenera aproximadamente cada 28 días, las células nuevas se forman en las capas mas profundas de la piel y van subiendo a
la superficie hasta que llegan a la epidermis, donde se desprenden
en forma de escamas llamadas células queratinizadas. Son esas escamitas que en ocasiones podemos ver en
nuestra piel.
Epidermis
Dermis
Hipodermis
Para una buena salud en nuestra piel es recomendable una buena renovación celular. Las células muertas se desprenden de manera natural pero no siempre lo hacen de forma adecuada. Los exfoliantes o peeling ayudan a que las células muertas se puedan desprender dando lugar a la piel nueva renovada.
<<< Células muertas
Los principios activos de los cosméticos pierden gran parte de su eficacia si tienen que atravesar la capa de células muertas de la piel. Como podéis ver, de nada sirve aplicar cremas si tenemos células muertas en la
superficie de la piel que impiden que ésta pueda penetrar y aportar sus beneficios.
Otras ventajas de exfoliar la piel son: facilitar la renovación celular, aportar luminosidad a la piel, aporta suavidad y tersura a la piel, mejora la oxigenación y el aspecto ajado de la piel además mejorar la hidratación y optimizar el beneficio de los tratamientos que se aplican a continuación.
Pero cuidado, hay que tener en cuenta que no todas las pieles necesitan exfoliarse
todos los meses, las pieles secas y delicadas necesitan exfoliarse menos
e incluso en algunas ocasiones las muy delicadas prácticamente no se
exfolian o se hacen con productos extremadamente suaves.
Por
este motivo os comentaba al principio que es fundamental hacer un
diagnóstico de piel, para que el profesional marque las pautas, los
productos que cada piel necesita y la frecuencia de aplicación de los mismos.
Por
ejemplo una exfoliación excesiva o no adecuada en una piel delicada
puede producir serios problemas de piel, como infecciones, picores,
enrojecimiento, eccemas e incluso muchas alergias de piel. Por eso
muchísimo cuidado las que tengan este tipo de piel.
Del
mismo modo una piel mixta o grasa en ocasiones necesita una exfoliación
más a menudo porque la piel se asfixia o queratiniza en excelso por la
hiperproducción de sebo de sus células, lo que produce dermatitis seborreica.
Después de la exfoliación biene la hidratación y nutrición de la piel. Lo veremos en próximas entradas.